¿Qué es el Maridaje?
¿Qué significa maridaje?
Maridaje viene del francés “mariage”, matrimonio. Ya que lo que buscamos en una
combinación armónica y equilibrada entre la comida y el vino.
Diremos que un “maridaje perfecto” se produce cuando probamos la comida y esta nos deja
una suave sensación en la boca, sin perder el sutil recuerdo del vino.
Tendremos 3 puntos fundamentales en cuenta, la pieza principal del plato, forma de cocción, y guarnición.
Puntos a tener en cuenta, no combinar vinos robustos con platos especiados o picantes. Para
preparaciones extremadamente aromáticas o condimentadas, vamos a elegir un vino ligero
(joven). Y en el caso de los dulces, preferiremos los espumantes demi-sec o dulce.
Pescados, Dentro de los pescados tenemos 3 tipos.
- Magro
- Semi-graso
- Graso
Por lo general los vinos blancos son los mejores acompañantes de los pescados, para pescados en frituras nos inclinaremos vinos de cuerpo medio. Si estamos en presencia de salsas más intensas entonces elegiremos vinos con más cuerpo o con paso por barrica. Para los pescados grasos, debemos elegir vinos que contrarresten esta característica, un acompañante ideal es el Chardonnay con paso x madera, un Voignier, o un Pinot gris. Para pescados no grasos un Sauvignon Blanc, un Rieslin o un torrontés son muy buenas elecciones. Con pescado de carne firme como el bacalao vamos a elegir vinos rosados o un tinto joven.
Sushi.
Se acompaña muy bien con un espumante o blancos frutales (Chardonnay, Sauvignon
Blanc).
Ceviche.
Chardonnay o sauvignon blanc.
Pastas (Aquí dependeremos de la salsa).
Salsa bolognesa. Vino tinto, joven o de crianza.
Salsa de tomate y verduras. Vinos tintos jóvenes. También podría ser un vino blanco con
cuerpo como un chardonnay o un pinot gris.
Pastas ligeras con queso orégano y aceite de oliva. Idealmente un rosado que nos ayude a
potenciar sabores y aromas.
Salsas marineras. Un vino blanco joven frutado y aromático, o un espumante sería un
acompañante de maravilla.
Salsas ligeras (carbonara o bechamel) blancos con cuerpo y buena acidez.
Salsas de carne o pastas rellenas de carne. Tintos jóvenes o crianza media.
Carnes.
Pollo. Merlot, carmenere, malbec joven.
Pato. Pinot noir o carmenere idealmente reserva.
Cordero y cabrito. Malbec y sirah reserva.
Ciervo jabalí. Syrah, malbec. Cabernet sauvignon reserva.
Cerdo. Merlot, carmenere, pinot noir reserva.
Vacuno. Cabernet sauvignon, syrah, malbec, o un buen merlot reserva.
Liebre. Malbec, o cabernet sauvignon reserva.
Viseras, salchichas, chorizos, etc. Necesitamos vinos frutales y florales, vivaces como el
Gewurztraminer.
Quesos y postres
Un queso picante lo acompañaremos con un vino ligero y refrescante. El queso de oveja de
sabor intenso deberá ir con un tinto con cuerpo y maduro. Un queso muy graso tendremos
que acompañarlo con un vino frutal con cierta acidez. Los quesos suaves con vinos menos
agresivos y aterciopelados. Los quesos azules irán muy bien con vinos dulces o cosechas
tardías.
Para postres preferiremos, los vinos y champanes semi secos, si estamos en presencia de un
postre muy dulce iremos por un brandy, cognac, etc. Los vinos tardíos son también una gran
opción a la hora del postre.